miércoles, 30 de junio de 2010

En las "nubes" de Úbeda

Se terminaba el invierno y la tierra, a esa altura, tocaba el cielo. Me hubiera gustado contarte que si, que era una metáfora, que la vida en ese punto unía imagen y vivencia, que estaba donde veían mis ojos y la cámara.
En fin, que estaba cerca del techo, bien arriba, entre montañas y nubes y la verdad es que no me acordé de nadie. Tiré un par de fotos porque intuía que difícilmente en mi vida volvería a ver cosa como la que estaba viendo y, además, después de tanta foto sin gracia y de denuncia, este blog se merece ("se merece ser campeón, ponga huevo...") un poco de nivel, de poesía gráfica, de altura, eso, de altura.




lunes, 28 de junio de 2010

Dos Fotos

Hace poco, visitando el blog del "flogger del (a) raval", JBM.jpg, me encontré una foto que yo había sacado aunque levemente diferente. Es lógico que dos personas que están viendo los mismo construyan una realidad diferente y me parece este un buen ejemplo.
Además, como me parece pobre poner solo una repetición, dejó aquí un regalo de la naturaleza y una mini anécda: "gaviota lastrándose un pajaro muerto sobre furgoneta" es el título de la fotografía tomada mientras una señorita de unos veintipocos lanzaba piedaras al ave a la voz de "mira la hijaputa como se come al pájaro y al imbécil que le saca fotos". Greenpeace está creando conciencia aunque no siempre la correcta. Hay gente, señores verdes, que confunde atentado al ecosistema con ecosistema y su devenir natural. Avisen a tanta gente lectora de titulares y oidora de gansadas que si ven una gaviota morfando el pecado es no dejarla en paz.
See you soon




viernes, 25 de junio de 2010

A la vera de Banfil hube paz de suburbio

Paseaba hace mas de un año por Barcelona, mas o menos el tiempo que llevo sin "postiar", con un amigo pelado (dato irrelevante sino es que el citado fuera pelado de nacimiento como consta en su partida) cuando me senté en un bar de estos en los que nos sentamos los tipos progres y melancólicos, esos con sillas desvencijadas, mesas de antaño, paredes con fantasmas de wines izquierdos desaparecidos, llenos de gente y regentados por tipos mas vivos que nosotros que se dieron cuenta que hay cierta clase de progre que por satisfacer eso que llamamos vacío existencial somos capaces de pagar casi 3 euros por una cerveza acompañada de 4 aceitunas y decir "la pucha, cuanta historia que hay acá, te imaginás?". Entonces, dando una recorrida a las paredes del boliche fui a parar, entre fotos y banderines del Barcelona C.F., con un banderín de la gloriosa entidad sureña Banfield. En ese momento, me pregunté ¿Qué carajo hacés acá? Y aunque la formulación tuviera algo de retórica, no estaba autodirigida sino mas bien orientada al banderín verdiblanco. Un colado, digamos, un pequeño retazo atemporal de un bar en otra dimensión pero de las mismas características, tal vez cito en Barracas al sur, que por ese rato justifico ser un progre, melancólico y algo pelotudo. Entonces, parafraseando al ciego, a la vera de Banfil hallá la paz en un banderín con una mitjana de 3 mangos.
Un abrazo fuerte, Juan.
See you soon